Espacios adaptados para personas con movilidad reducida

Pese al avance que ha experimentado la sociedad en cuanto a materias de sensibilización respecto al diseño de espacios para personas con movilidad reducida, todavía queda mucho camino por allanar.

A menudo, las personas que no sufrimos ningún tipo de discapacidad física vemos la vida de manera distinta a como lo hacen las personas que sí que las padecen. Cualquier elemento que puede pasar desapercibido para nosotros/as, se puede convertir en un obstáculo insalvable para las personas que cuentan alguna discapacidad.

Por ello, desde el CDIA siempre hemos querido promocionar la importancia de los espacios adaptados. Desde la calle hasta las estaciones de esquí, trabajamos por divulgar las necesidades de las personas con movilidad reducida y las dificultades a las que tienen que hacer frente.

Espacios adaptados en la vía pública

Es de vital importancia concienciar a la sociedad del esfuerzo que tienen que realizar muchas personas día tras día por barreras arquitectónicas a las que no solemos prestar atención, ya puedan ser desniveles o escalones, servicios sin baños adaptados, carteles sin información en braile, obstáculos innecesarios en la calzada… El mero hecho del diseño de muchas aceras, demasiado estrechas, hace que muchas personas en silla de ruedas tengan que variar su ruta suponiendo un incremento del tiempo y la energía.

En definitiva, existen tres aspectos a tener en cuenta para que una localidad se adapte a las personas con movilidad reducida.

Los físicos, anteriormente mentados, son aspectos que deben permitir que las personas puedan moverse de un lugar a otro sin problemas (rampas, ascensores, semáforos con sonido…).

Los aspectos económicos, que se basan en que las personas con discapacidad tengan las mismas oportunidades laborales y esos mismos espacios estén adaptados (la importancia de los edificios accesibles), y también lo estén aquellos que ofrecen servicios, desde tiendas a restaurantes o hospitales.

Por último, los aspectos sociales, que son aquellos que deben permitir a todos/as los/as ciudadanos/as convivir y compartir lugares en común, para que de esta manera todo el mundo tenga la oportunidad de socializar y ser partícipe en la comunidad.