Pol Makuri participó en la segunda prueba de esquí de fondo de los Juegos Paralímpicos de invierno de Pekín (China), esta vez en la modalidad de estilo libre, en los sprints disputados en el Centro de Biatlón de Zhangjiakou.
El catalán finalizó en la 25ª posición con un crono de 4:17. No se clasificó para la final pero fue reconocido por todos los participantes por su fuerza de voluntad.
En esta ocasión, el oro fue a parar a Francia, gracias a la actuación de Benjamien Daviet, con un crono de 3:07. La plata se la llevó el alemán Marco Maier y el bronce el ucraniano Grygoni Vovchynskyi.
Pol Makuri, conocedor de sus escasas posibilidades en la prueba, compitió para hacer patente que cualquier persona, sea cual sea su discapacidad, puede participar en este deporte.
El catalán tiene una discapacidad que le impide competir en igualdad de condiciones con el resto de sus rivales, ya que no puede realizar los movimientos propios de la modalidad skating, sino que solo puede competir en clásica, lo que le penaliza en velocidad.
Este es uno de los objetivos que Pol Makuri ha planteado al presentarse como candidato al Consejo de Deportistas del Comité Paralímpico Internacional (IPC), y que demostró en la pista con su participación.
«Mi objetivo hoy era dejar claro que el estilo clásico puede competir en carreras de estilo libre, a pesar de que los demás compitan en estilo skating, que es el más rápido. A mi pierna derecha le ha costado arrancar, pero, una vez que he entrado en calor, he disfrutado mucho y he tenido muy buenas sensaciones», contó Pol Makuri.
El circuito de sprint era de 1km y, según su técnico y skiman Nil Martínez, más intenso que el de la prueba de 20km que disputó anteriormente, ya que constó de tres muros bastante duros.
La carrera fue presenciada por Julián Rebollo, presidente de la Federación de Deportes para Personas con Parálisis Cerebral y Daño Cerebral Adquirido, a la que pertenece Pol Makuri, y Miguel Sagarra, secretario general del Comité Paralímpico Español.